domingo, 6 de marzo de 2011

COLOMBIA EN WIKILEAKS

La compañía Vertical de Aviación, con su flotilla de 12 aeronaves propias y otras cuantas alquiladas, representa hoy un soporte logístico clave para las Fuerzas Militares de Colombia. Y también es la única contratista nacional en la misión que desarrolla Estados Unidos en Afganistán. Pero hace un año le fue negada una licencia para importar bienes incluidos en la lista de municiones de EE.UU. tras un monitoreo que sacó a relucir las dudas de Washington sobre esta exitosa empresa familiar y su público gestor, Byron López Salazar.

La letra menuda de esta frustrada negociación, incluyendo 12 inéditos reportes sobre presuntos vínculos del empresario López Salazar con actividades ilícitas, quedó al descubierto en la correspondencia diplomática de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, conocida gracias a Wikileaks.
Y la historia comienza el 24 de septiembre de 2009, cuando el Departamento de Estado de EE.UU. le solicita a su Embajada en Bogotá información sobre la firma Vertical de Aviación para saber si se le puede otorgar una licencia especial.

El documento especifica que de acuerdo con las exigencias del organismo rector del Departamento de Estado para este tipo de solicitudes, sobre todo para quienes apoyan las labores de Estados Unidos en Irak o Afganistán, es importante la asistencia de la Embajada para estudiar los antecedentes de los intermediarios. Por eso, le pidió a la delegación en Bogotá hacer
una visita a Vertical de Aviación para evaluar sus operaciones, confiabilidad, antecedentes y organización, con el fin de saber si era pertinente conceder el permiso requerido.

El 12 de noviembre de 2009 la Embajada de Estados Unidos en Colombia remitió un cable a Washington reportando que se realizó la visita a Vertical de Aviación y quedó claro que lo que buscaba la empresa era i
mportar equipos de visión nocturna para helicópteros en su misión de apoyo a las Fuerzas Militares. El documento detalló los términos de la inspección al hangar con acceso restringido de la empresa y las explicaciones de su vicepresidente, Juan Carlos Lozano, incluyendo las particularidades de sus clientes nacionales y extranjeros.

La Embajada precisó en su informe que Vertical de Aviación tiene como sus principales clientes a las Fuerzas Militares de Colombia y a las compañías nacionales de energía, pero que también desarrolla actividades en Perú, Ecuador y México. Reportó que lo hizo con Venezuela en el pasado reciente y que, en el área de transporte, tiene contratos con el ejército de Estados Unidos y su misión en Afganistán. El informe incluyó las distintas modalidades de trabajo de la empresa y sus pretensiones para ampliar sus servicios profesionales.

En el cable diplomático, el entonces embajador William Brownfield conceptuó que en el caso de otorgarse la licencia requerida, ésta sólo cobijaría contratos con el Gobierno colombiano y que el objetivo fundamental sería que la empresa se posicionara en la provisión de servicios en materia de visión nocturna y radares para la operación aérea. Por lo demás, el documento detalla cómo la empresa desarrolla sus actividades de mantenimiento, operación y entrenamiento, y de qué manera existe una adecuada seguridad en las labores que despliega la compañía Vertical de Aviación.

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